martes, 20 de enero de 2015

ENFERMEDADES DE TRANSMICION SEXUAL (ETS)

Enfermedades de transmisión sexual

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS), también llamadas enfermedades venéreas, se definen como un grupo de enfermedades causadas por diversos agentes infecciosos que se adquieren por la actividad sexual.
Las enfermedades de transmisión sexual afectan a mujeres y hombres de todos los estratos socioeconómicos y razas. Son más comunes en los adolescentes y los adultos jóvenes.
La mayoría del tiempo, las ETS no causan síntomas, particularmente en las mujeres. Sin embargo, aún cuando no causan síntomas, una persona infectada puede transmitir la enfermedad a su pareja sexual.
Los problemas de salud causados por las ETS tienden a ser más severos y frecuentes en mujeres que en hombres, en parte debido a que la infección es asintomático en las mujeres y no acuden al médico hasta que ya han desarrollado complicaciones.
Existen varios factores de riesgo para tener una ETS y estos son:
  • iniciar una vida sexual durante la adolescencia.
  • tener muchas parejas sexuales.
  • tener una pareja sexual que tiene muchas parejas sexuales.
  • no usar un condón o preservativo durante el acto sexual.
Algunas de las ETS más importantes son:
 
VIH
El SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) se reportó primeramente en los Estados Unidos en 1981. Es causado por un virus que se llama VIH o virus de la inmunodeficiencia humana, un virus que destruye la capacidad del cuerpo para defenderse de una infección.

Se estima que alrededor de 900,000 personas en los Estados Unidos actualmente están infectados con el VIH.

Las personas con SIDA son muy susceptibles a tener muchas enfermedades peligrosas llamadas infecciones oportunistas y ciertas formas de cáncer. La transmisión del virus ocurre principalmente durante la actividad sexual y al compartir agujas para inyectar drogas intravenosas.


En muchos casos no se presenta ningún síntoma cuando se contrae el VIH. No obstante, es posible que uno o dos meses después se tengan síntomas similares a los de la influenza: fiebre, dolor de cabeza, cansancio e inflamación de los ganglios (las glándulas del sistema inmunológico, ubicadas en el cuello y la ingle, que a veces se hinchan cuando se ha contraído una infección). Por lo general, este malestar se confunde con el de otras infecciones virales y desaparece en un período que puede extenderse de una semana a un mes, tiempo durante el cual la enfermedad es muy contagiosa, ya que el VIH se encuentra presente en grandes cantidades en la sangre, el semen y el flujo vaginal.

En algunos casos transcurre mucho tiempo antes de que se presenten síntomas más graves, como fatiga profunda sin causa justificada, pérdida rápida de peso, fiebre frecuente y sudores nocturnos profusos. Este período varía considerablemente de persona a persona, y puede prolongarse más de 10 años desde el momento en que el virus entró al organismo de un adulto y hasta 2 años cuando se trata de un niño nacido con la infección del VIH.

Cuando surgió el sida en los Estados Unidos, no existía ningún medicamento para combatir la inmunodeficiencia subyacente y había pocos tratamientos para las enfermedades que se contraen como consecuencia del virus. Los investigadores han logrado desarrollar fármacos eficaces para atacar tanto el VIH como las infecciones y las distintas clases de cáncer que genera. Estos tratamientos, junto con una detección temprana, han logrado extender la expectativa de vida de los pacientes y mejorar notablemente su calidad de vida. Como resultado, en los últimos años se ha registrado una reducción drástica del número de muertes por sida en los Estados Unidos.


INFECCION POR CLAMIDIA.

Esta infección es ahora la más común de todas las ETS bacterianas. La infección por clamidia puede causar una secreción genital anormal y ardor al orinar.

En las mujeres, la infección por clamidia no tratada puede llevar a complicaciones como la enfermedad inflamatoria pélvica, una de las causas más comunes del embarazo ectópico e infertilidad en las mujeres.

En muchas personas, la infección por clamidia no provoca síntomas. Una vez diagnosticada la infección por clamidia, la persona afectado puede curarse con antibiótico.

Herpes genital.

La infección por herpes es causada por el virus del herpes simplex (VHS). Los síntomas principales de una infección por herpes son ampollas dolorosas en el área genital. Estas pueden provocar una sensación de comezón o picor en las piernas, nalgas o región genital.
Las ampollas del herpes generalmente desaparecen en 2 ó 3 semanas, pero el virus permanece en el cuerpo por vida y las lesiones pueden reaparecer con el tiempo. Algunos casos recurrentes o severos de herpes genital pueden ser tratados con drogas antivirales que requieren prescripción médica.
Estas drogas o medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas pero no a eliminar el virus del herpes de su cuerpo. Las mujeres que adquieren el herpes genital durante el embarazo pueden transmitir el virus a sus bebés. La infección no tratada de herpes genital en bebés puede resultar en retraso mental y muerte.

Verrugas genitales.

Las verrugas genitales (también llamadas verrugas venéreas) son causadas por el virus del papiloma humano o VPH, un virus muy relacionado al virus que causa las verrugas en la piel. Las verrugas genitales generalmente aparecen como protuberancias duras que no provocan dolor en el área genital, pene o alrededor del ano. Si no se tratan, pueden crecer y desarrollar una apariencia como de coliflor.

Además, de las verrugas genitales, ciertos tipos de VPH pueden causar el cáncer cervical y otros cánceres cervicales.
Las verrugas se pueden eliminar con varios tratamientos. Consulta con tu proveedor de atención de la salud para decidir cuál es el mejor tratamiento para tu caso.
Existen varios medicamentos que se pueden aplicar directamente en las verrugas genitales, según el lugar donde estén ubicadas. Algunos tratamientos recetados se pueden usar en la casa. Otros deben ser administrados por tu proveedor de atención de la salud. Algunos tratamientos para las verrugas genitales pueden provocar malestar. Además, algunos no se pueden usar durante el embarazo.
Las verrugas genitales también se pueden eliminar si se las congela. Esto se denomina crioterapia. También es posible quemarlas, lo que se denomina electrocauterización. O bien, se pueden eliminar con cirugía o láser. En algunos casos, se tratan con inyecciones de interferón, que es otro tipo de medicamento.
Al igual que todos los medicamentos, los tratamientos para las verrugas genitales tienen riesgos y efectos secundarios. Tu proveedor de atención de la salud puede explicarte cómo son y ayudarte a tolerar los efectos secundarios de su tratamiento.

Después de realizarse un tratamiento para las verrugas genitales, sigue estos consejos:
  • Mantén limpia la zona.
  • No te rasques en la zona tratada.
  • Lávate las manos después de tocar las verrugas.
  • Evita el contacto sexual si sientes incomodidad.
  • Aplica compresas frías para aliviar el malestar, o puedes tomar paracetamol (Tylenol) o ibuprofeno (Advil o Motrin).


Gonorrea.

Los síntomas más importantes de la gonorrea son una secreción de la vagina o pene y dolor o dificultad al orinar. Las complicaciones más serias y comunes de la gonorrea generalmente ocurren en las mujeres. Estas complicaciones incluyen la enfermedad inflamatoria pélvica, embarazo ectópico e infertilidad.
Una vez diagnosticada la gonorrea puede ser tratada efectivamente con antibióticos.


 











ENFERMEDADES MATERNAS, PERINATALES Y NUTRICIONALES


Enfermedades maternas.

Rubéola


Es una enfermedad muy contagiosa que se manifiesta, con fiebre, tos, conjuntivitis, dolor de cabeza, inflamación de los ganglios del cuello y erupción que comienza en la cara y se extiende hacia abajo.

Habitualmente, no presenta riesgos ni complicaciones en la población general, pero si una mujer que no posee anticuerpos (ya que no está vacunada o no tuvo la enfermedad) contrae rubéola en el primer trimestre de embarazo, puede afectar severamente al bebé.

La mayoría de las mujeres actualmente tienen anticuerpos contra
la rubéola, ya sea por haberla padecido, o por haber recibido la vacuna correspondiente.

En la primera visita, el obstetra chequea mediante un análisis de sangre la inmunidad a esta enfermedad. En el caso de no ser inmune, es importante evitar el contacto con personas que tengan rubéola y vacunar a los otros hijos o niños con los cuales se pueda estar en contacto.

En caso de contraer la enfermedad, se puede realizar un tratamiento con inmunoglobulinas para reducir los riesgos en el bebé. Después del parto, la mujer se deberá vacunar para sus próximos embarazos. Las mujeres que han sido vacunadas no deben quedar embarazadas hasta 3 meses después de aplicada la vacuna.

Toxemia o pre-eclampsia


La pre-eclampsia, gestosis gravídica o toxemia, es un cuadro grave de causa no bien definida que se presenta después de la semana 20, y que se caracteriza por hipertensión arterial materna, a la que se agregan alteraciones de la función renal, edemas y aparición de proteínas en la orina.
Es más frecuente en los extremos de la vida reproductiva, o sea, debajo de los 20 y más allá de los 35 años de edad.

También se presenta con mayor incidencia en las mujeres obesas, aunque esto no es una condición indispensable.

Los síntomas de esta enfermedad son hinchazón de pies, manos y cara, dolor de cabeza, visión borrosa, mareos, aumento repentino de peso y presión alta.

Por lo general, se detecta en los controles prenatales, por lo cual es muy importante no saltearlos.

En casos muy severos en que se agregan convulsiones, se denomina “eclampsia”. Este cuadro pone en riesgo la vida de la madre y del bebé; por lo tanto, es imprescindible acudir de inmediato al médico en el caso de que se presenten algunos de los síntomas mencionados. Este cuadro puede evitarse a través de un estricto control prenatal y del tratamiento adecuado de la pre-eclampsia


Infecciones urinarias


Las infecciones del sistema urinario (riñones, vejiga, uréteres y uretra), frecuentes entre las mujeres, son causadas por bacterias y pueden ocurrir independientemente del contacto sexual. Sus síntomas son picazón y necesidad frecuente de orinar, fiebre y dolor en el bajo vientre. Se tratan con antibióticos y otros medicamentos ya que pueden complicar el embarazo. Es importante consultar al médico por este problema.

 Hipertensión arterial


Durante el embarazo, la presión arterial por encima de la normal puede causar problemas. Sin embargo, se la puede detectar precozmente ya que en cada control prenatal se debe medir la presión arterial. Los síntomas posibles son dolor de cabeza o
pies hinchados.

Generalmente, no presenta síntomas, aunque a veces se acompaña de dolor de cabeza, pies y manos hinchados, situaciones que se deben informar inmediatamente al obstetra, pues pueden ser muy riesgosas para la madre y el niño. El obstetra indicará exámenes complementarios para controlar la salud materna y la del bebé, como ecografías, doppler, y análisis de sangre y orina.


 
Enfermedades de transmisión sexual

                                          
Una mujer infectada puede transmitir la enfermedad a su bebé. Además, la infección puede causar trastornos en el desarrollo del feto y aumenta el riesgo de aborto espontáneo.  Algunas de ellas son: HPV, Sífilis, Herpes genital, Sida, Chlamydia, Hepatitis B.


Enfermedades perinatales.

Prematuridad.

Para determinar si un bebé es prematuro o no, se deben diferenciar los tiempos de gestación debido a las distintas repercusiones que pueden tener para el recién nacido. Así, se entiende como parto a término aquel que se da entre las 37 y las 42 semanas de gestación; parto prematuro sería aquel que nace antes de las 37 semanas y parto postmaduro, aquel que nace con más de 42 semanas de gestación.

Bajo peso al nacer.

Del mismo modo que hay que comprobar los tiempos de gestación para ver los posibles efectos en el desarrollo del bebé, también se debe tener en cuenta su peso. De este modo, diferenciamos niños con bajo peso (cuando nace con un peso comprendido entre los 1.500 y los 2.500 gramos), muy bajo peso (el bebé nace con un peso entre los 1.000 y los 1.500 gramos) y extremadamente bajo (un peso menor a 1.000 gramos).

Problemas respiratorios.

El problema más importante del niño prematuro es el Síndrome de Distress Respiratorio, el cual consiste en una insuficiencia respiratoria debida a la falta de una lipoproteína (que se comienza a producir en cantidades suficientes a partir de la semana 34) que recubre la superficie de los alvéolos pulmonares y evita que se colapsen durante la respiración normal.

 Tras recibir tratamiento para esta insuficiencia respiratoria, muchos niños      desarrollan una enfermedad crónica denominada displasia broncopulmonar, teniendo más más probabilidad de padecerla aquellos niños que estén más de 30 días con respiración asistida o con un peso inferior a 1.250 gramos (además, suelen presentar algún tipo de retraso en el desarrollo o problemas de lenguaje según van creciendo).

Por otro lado, los bebés prematuros también pueden sufrir apnea: un patrón respiratorio irregular que se caracteriza por pausas prolongadas debido a que el Sistema Nervioso Central aún está inmaduro o presenta algún tipo de daño.

Asfixia perinatal.

Es debida a una disminución de la cantidad de oxígeno que se produce y se envía al flujo sanguíneo cerebral del bebé. Se evidencia dando una puntuación baja en el test de APGAR, mostrando el bebé cierta irritabilidad, respuestas exageradas o pérdida de sensibilidad y tono muscular bajo. También pueden aparecer convulsiones persistentes y graves e incluso el coma.

Las causas pueden ser varias, entre las que se deben mencionar los problemas con la placenta o el cordón umbilical, parto difícil o bebé demasiado grande. Aquellos niños con un problema de este tipo pueden presentar desde cierta hipotonía general hasta retraso evolutivo y parálisis cerebral.

 

Problemas metabólicos.

Son los niños que presentan bajo peso al nacer o prematuridad aquellos que son más susceptibles a padecer problemas de este tipo. Las deficiencias pueden darse en productos esenciales para el metabolismo cerebral (como la glucosa) o la insuficiencia de minerales como el calcio, potasio, sodio, fósforo, hierro y magnesio. No obstante, existen programas de screening para detectar estas posibles alteraciones metabólicas, como la prueba del talón.

 

Enfermedades nutricionales.

Desnutrición.

Es un trastorno producido por la ingesta reducida de alimentos, una dieta inadecuada o problemas en la digestión o absorción de los alimentos. Implica un consumo de calorías menor al necesario para que nuestro organismo se mantenga y crezca.


Los principales signos y síntomas que pueden ocurrir en un proceso de desnutrición son:

  • Pérdida de peso
  • Aparición de edemas
  • Aparición de ascitis
  • Debilidad muscular
  • Perdida de masa muscular
  • Alteraciones de la coagulación sanguínea
  • Alteraciones en el sistema inmunitario (de defensa)
En lo referente al tratamiento este va a depender tanto de la gravedad del estado de desnutrición como de la existencia de otras enfermedades. Por lo tanto el tratamiento medico tendrá como objetivo abordar dos facetas:
  • Tratamiento de la desnutrición
  • Tratamiento de las posibles enfermedades
 
 
Obesidad.

Esta enfermedad nutricional representa la antítesis de la desnutrición, pues consiste en la ingesta desmedida de alimentos. Esto genera una acumulación de grasa corporal altamente perjudicial que provoca todo tipo de desequilibrios (hormonales, psicológicos, etc.). Además, aumenta en gran medida el riesgo de padecer otras enfermedades, como la diabetes de tipo 2, cáncer y osteoartritis. Si no se trata, puede llegar a ser mortal.

La obesidad puede causar varios problemas ortopédicos, incluyendo dolor en la zona inferior de la espalda y agravamiento de la artrosis, especialmente en las caderas, rodillas y tobillos.

Los trastornos cutáneos son particularmente frecuentes. Dado que los obesos tienen una superficie corporal escasa con relación a su peso, no pueden eliminar el calor del cuerpo de forma eficiente, por lo que sudan más que las personas delgadas. Es frecuente asimismo la tumefacción de los pies y los tobillos, causada por la acumulación a este nivel de pequeñas a moderadas cantidades de líquido (edemas).

La mejor forma de tratar la enfermedad es previniéndola, identificando precozmente a los pacientes en los que a partir de los 20-25 años comienza a cambiar el peso. Los médicos consideran que el obeso debe ser considerado como un enfermo crónico que requiere un tratamiento a largo plazo, con normas alimentarias, modificación de los hábitos de conducta, ejercicio físico y terapia farmacológica. Los nuevos enfoques terapéuticos están basados en promover una pérdida de peso con programas de control de las enfermedades y problemas asociados, que dan lugar a problemas vasculares, cardiacos y metabólicos.

El obeso no debe perder kilos sino masa grasa, con pérdidas pequeñas y duraderas que impliquen una rentabilidad metabólica. Es necesario consolidar la pérdida de peso a largo plazo, y además, reducir el riesgo de muerte prematura, de enfermedad cardiaca, metabólica y vascular. En ciertos casos, los médicos pueden decidir que, además de cambiar la dieta y realizar ejercicio físico, es necesario completar el tratamiento con fármacos, que deben ser administrados con una dieta moderadamente hipocalórica y equilibrada.
 
 

Bulimia.

Es un desorden alimenticio causado por una combinación de ansiedad y una preocupación obsesiva por el peso corporal y el aspecto físico. Se caracteriza por episodios de un consumo excesivo y descontrolado de alimentos, seguido de vómitos autoinducidos, el uso de laxantes y dietas restrictivas que terminan resultando nocivas.

Generalmente las personas que padecen bulimia han sido obesas o han realizado numerosas dietas sin control médico. Tratan de ocultar los vómitos y las purgaciones, por lo que la enfermedad suele pasar desapercibida durante mucho tiempo. Los síntomas típicos de un cuadro de bulimia son los siguientes:

  • Atracones o sobreingesta de alimentos: El enfermo come una gran cantidad de alimentos en un espacio de tiempo muy corto. No tiene control sobre la ingesta y es tal la ansiedad que cree que no puede parar de comer.
  • Para prevenir el aumento de peso y compensar el atracón o el exceso de las comidas se provoca vómitos, utiliza laxantes, diuréticos, fármacos, o recurre a otros medios que le permitan controlar el peso, como la practica abusiva de actividades deportivas.
  • Los ciclos de atracones y vómitos se manifiestan un mínimo de dos veces por semana.
  • La autoestima del enfermo es baja y la identifica con su cuerpo.

Asimismo, se producen otros cambios físicos y emocionales (depresión, ansiedad) que manifiestan el desarrollo de la enfermedad. Los bulímicos se ven gordos, incluso cuando su peso es normal; se avergüenzan de su cuerpo y lo rechazan, por lo que intentan hacer dieta en todo momento. A pesar de todo, la ingestión compulsiva a escondidas o durante la noche es una de las principales características de esta patología. Pueden llegar a gastar una gran cantidad de dinero en comida o recurrir a la que ya hay en casa, que comienza a desaparecer misteriosamente de la despensa. No sienten ningún placer al comer ni preferencias en cuanto al tipo de alimentos, sólo buscan saciarse. Intentan evitar los lugares en los que hay comida y procuran comer solos. Su comportamiento suele ser asocial, tienden a aislarse, y la comida es su único tema de conversación. Además, la falta de control sobre los alimentos les produce grandes sentimientos de culpa y vergüenza.

Las dos aproximaciones al tratamiento son la psicoterapia y los fármacos. Es mejor que la psicoterapia la realice un terapeuta con experiencia en alteraciones del apetito, pudiendo resultar muy eficaz. Un fármaco antidepresivo a menudo puede ayudar a controlar la bulimia nerviosa, incluso cuando la persona no parece deprimida, pero el trastorno puede reaparecer al interrumpirse la administración del fármaco.

En virtud de la gravedad se puede recurrir a un tratamiento ambulatorio o a la hospitalización. En primer lugar se trata de evitar los vómitos, normalizar el funcionamiento metabólico del enfermo, se impone una dieta equilibrada y nuevos hábitos alimenticios. Junto a este tratamiento, encauzado hacia la recuperación física, se desarrolla el tratamiento psicológico con el fin de reestructurar las ideas racionales y corregir la percepción errónea que el paciente tiene de su propio cuerpo. El tratamiento también implica la colaboración de la familia, ya que en ocasiones el factor que desencadena la enfermedad se encuentra en su seno. La curación de la bulimia se alcanza en el 40 por ciento de los casos, si bien es una enfermedad intermitente que tiende a cronificarse. La mortalidad en esta enfermedad supera a la de la anorexia debido a las complicaciones derivadas de los vómitos y el uso de purgativos.
 
 
Anorexia nerviosa

Es una enfermedad que supone un miedo intenso por aumentar de peso. Es similar a la bulimia y conduce a una pérdida de peso súbita debido a dietas muy restrictivas y a la práctica desmedida de ejercicio físico.
 

Los síntomas que dan la voz de alarma:

  • Preocupación excesiva por la composición calórica de los alimentos y por la preparación de los alimentos
  • Constante sensación de frío
  • Reducción progresiva de los alimentos
  • Obsesión por la imagen, la báscula, los estudios y el deporte
  • Utilización de trampas para evitar la comida
  • Hiperactividad

A estos síntomas se le suman otros rasgos típicos como la irritabilidad, la depresión y los trastornos emocionales o de la personalidad. Asimismo, se manifiesta una alteración de la sensación de saciedad y plenitud antes de las comidas, náuseas, hinchazón, o incluso ausencia de sensaciones. En esta patología también se observan numerosos trastornos cognitivos que se centran en los alimentos, el peso corporal y el aspecto físico:

  • Abstracciones selectivas
  • Uso selectivo de la información.
  • Generalizaciones
  • Supersticiones.
  • Se magnifica el lado negativo de cualquier situación.
  • Pensamiento dicotómico.
  • Ideas autorreferenciales.
  • Inferencia arbitraria
Los objetivos globales del tratamiento son la corrección de la malnutrición y los trastornos psíquicos del paciente. En primer lugar se intenta conseguir un rápido aumento de peso y la recuperación de los hábitos alimenticios, ya que pueden implicar un mayor riesgo de muerte. Pero una recuperación total del peso corporal no es sinónimo de curación. La anorexia es una enfermedad psiquiátrica y debe tratarse como tal. El tratamiento debe basarse en tres aspectos:

  • Detección precoz de la enfermedad: conocimiento de los síntomas por parte de los médicos de atención primaria y de los protocolos que fijan los criterios que el médico debe observar.
  • Coordinación entre los servicios sanitarios implicados: psiquiatría, endocrinología y pediatría.
  • Seguimiento ambulatorio una vez que el paciente ha sido dado de alta, con visitas regulares. Las hospitalizaciones suelen ser prolongadas, lo que supone una desconexión del entorno que puede perjudicar el desarrollo normal del adolescente. Por ello son aconsejables, siempre que se pueda, los tratamientos ambulatorios.
 

 
Anemia.

Es una enfermedad en la sangre que implica una disminución del nivel de glóbulos rojos. Esta es causada por una absorción deficiente de minerales, especialmente de hierro. Para evitar esta enfermedad nutricional, es fundamental incorporar a nuestra dieta alimentos ricos en este mineral, como la carne vacuna, el atún o el huevo.

Si la anemia es leve, es posible que usted no tenga ningún síntoma. Si el problema se desarrolla lentamente, los síntomas que pueden producirse primero abarcan:
  • Sentirse malhumorado
  • Sentirse débil o cansado más a menudo que de costumbre, o con el ejercicio
  • Dolores de cabeza
  • Problemas para concentrarse o pensar
Si la anemia empeora, los síntomas pueden abarcar:
  • Color azul en la esclerótica de los ojos
  • Uñas quebradizas
  • Deseo de comer hielo u otras cosas no comestibles (pica)
  • Mareo al ponerse de pie
  • Color de piel pálido
  • Dificultad para respirar
  • Lengua adolorida
El tratamiento se debe orientar hacia la causa de la anemia y puede incluir:

  • Transfusiones de sangre.
  • Corticoesteroides u otros medicamentos para inhibir el sistema inmunitario.
  • Eritropoyetina, un medicamento que ayuda a que la médula ósea produzca más células sanguíneas.
  • Suplementos de hierro, vitamina B12, ácido fólico u otras vitaminas y minerales.

jueves, 15 de enero de 2015

METAS INTERNACIONALES PARA LA SEGURIDAD DEL PACIENTE.

CENTRO DE CAPACITACION
CRUZ ROJA MEXICANA
DELEGACION TLALNEPANTLA
INCORPORADA A LA SECRETARIA DE EDUCACION PUBLICA
ACUERDO:900783   CALVE:15PBT0667R
 
 
 
 
 
INTRODUCCION.
Con el fin de garantizar la seguridad del paciente y satisfacer la atención en la salud se han desarrolla do estrategias para mejorar los procesos asistenciales y un cambio en la organización del personal.
La implementación de acciones están encaminadas al aseguramiento de los procesos de atención médica.
 
 
 
Meta 1: Identificar correctamente a los pacientes.
 
Es la identificación correcta de los pacientes antes de cualquier procedimiento mediante los 2 identificadores institucionales: nombre completo y número de seguro social.
En el caso de pacientes menores de edad o pacientes que no se encuentren en condiciones de proporcionar su nombre se recurrirá a una fuente secundaria (familiar o persona legalmente responsable).
 
Esta identificación debe hacerse siempre previamente a:
  • Administración de medicamentos, sangre y hemoderivados.
  • Procedimientos invacivos.
  • Procedimientos quirúrgicos.
  • La dotación de dietas y traslados.
 
 
Meta 2. Mejorar la comunicación efectiva.

Es mejorar la comunicación efectiva entre profesionales de la salud en ordenes verbales o telefónicas mediante una acción confirmatoria llamada "Readback".
Solo se recibirán órdenes verbales cuando la persona responsable de emitirlas por las actividades propias de su función no las pueda realizar de manera escrita y la situación del paciente requiera una pronta acción. Una vez resuelta la problemática la persona que dio la indicación deberá anotarla en la hoja de indicaciones Médicas y firmar la "Hoja de Registro de Comunicación Efectiva".
El personal del Instituto que reciba una indicación verbal por vía telefónica deberá Escuchar, Escribir, Leer y Confirmar dicha indicación, anotándola en la "Hoja de Registro de Comunicación Efectiva", la cual será firmada por la persona que emite la indicación en cuanto sea resuelta la urgencia. Las indicaciones médicas verbales o telefónicas, deberán ser registradas en el expediente clínico, sin embargo, existen condiciones especiales que por su emergencia, imposibilitan al médico el registro de esta práctica, en estos casos las indicaciones podrán ser en forma verbal y después serán registradas en el expediente clínico que incluye la "Hoja de Registro de Comunicación Efectiva".
En el caso de realizar este tipo de ordenes entre el personal de salud dentro de la sala de operaciones o en situaciones de urgencia, que no permita el registro de la indicación, el proceso de intercambio se llevará cabo de la siguiente manera: a) Escuchar la orden por el receptor. b) Repetir la orden por el receptor para que.
c) El emisor confirme la indicación de la orden.
d) Después de la atención del paciente se deberá anotar lo indicado en las notas médicas y de enfermería correspondientes.

Meta 3. Mejorar la seguridad de los medicamentos de alto riesgo.
 
Es mejorar la seguridad de los medicamentos de alto riesgo específicamente para prevenir la administración errónea de electrolitos concentrados como:
  • Bicarbonato de sodio.
  • Cloruro de sodio.
  • Cloruro de potasio.
  • Fosfato de potasio.
  • Gluconato de calcio.
  • Sulfato de magnesio.
No debe haber electrolitos concentrados donde no sean utilizados, en donde se requieran deben ser almacenados por separado y con las alertas visuales correspondientes.
Para evitar errores de medicación es necesario también realizar la doble verificación antes de la administración de:
  • Electrolitos concentrados.
  • Medicamentos citotòxicos.
  • Medicamentos radioactivos.
  • Insulinas y anticoagulantes.
El personal de Almacén Farmacia, es responsable del control farmacológico, asegura la ubicación etiquetado y almacenamiento de electrolitos concentrados.Para su etiquetado cada electrólito concentrado (viales o frascos) deberá ser marcado con un círculo color rojo en el Almacén Farmacia para ser calificado como medicamento de alto riesgo.El personal de enfermería de cada uno de los servicios, conoce el círculo rojo que lo identifica como medicamento de alto riesgo y los ubica, en el contenedor correspondiente separado del resto de los medicamentos.Los contenedores se etiquetarán con el nombre "MEDICAMENTO DE ALTO RIESGO" y deben colocarse en la parte superior y central del casillero de medicamentos.
Cuando estén indicados estos medicamentos se verificará que se trate del paciente correcto (dos identificadores), fármaco correcto, vía correcta, dosis correcta y horario correcto y verifica la fecha de caducidad antes y durante la preparación de los electrolitos concentrados.En aquellos medicamentos donde el envase pueda ser similar entre sus distintas presentaciones o claves, el personal de farmacia genera acciones específicas en el almacenaje, ubicación y etiquetado, que permitan diferenciarlos para evitar confusión.  
 
Meta 4. Garantizar cirugías en el lugar correcto, con el procedimiento correcto y al paciente correcto.
 
Es garantizar que las cirugías sean en el lugar correcto, con el procedimiento correcto y al paciente correcto, con la finalidad de prevenir errores.


Meta 5. Reducir el riesgo de infecciones asociadas al cuidado de la salud.

Reducir el riesgo de infecciones asociadas con la atención medica a través de un programa especifico de lavado de manos.
Tener presente los 5 momentos del lavado de manos:
Dos antes de tocar al paciente y tres después de hacerlo.
Debemos lavarnos las manos antes de tocar al paciente y antes de efectuar cualquier procedimiento.
Debemos lavarnos las manos después de tocar al paciente, cualquier intervención realizada o contacto con fómites.


Meta 6. Reducir el riesgo de daño al paciente por causa de caídas.
 
 
Reducir el daño al paciente por causa de caídas identificando, evaluando y reevaluando el riesgo de presentar una caída en todos los pacientes para implementar las medidas pertinentes.
Es muy importante la evaluación del riesgo tanto por el personal de enfermería como el medico y personal de camellería.
Se revalora el riesgo de caída de acuerdo a la frecuencia definida por la unidad medica o antes si las condiciones del paciente cambian, ajustando las barreras de seguridad.





GLOSARIO.

Seguridad.Ausencia de riesgos.

Seguridad del paciente.Conjunto de estructuras o procesos organizacionales que reducen la probabilidad de eventos adversos resultantes de la exposición al sistema de atención medica a lo largo
de enfermedades y procedimientos.

Fomites.
Cualquier objeto o material inerte y sin vida que es capaz de transportar organismos patógenos (bacterias, hongos, virus y parásitos). Por ejemplo, son fómites la ropa, las sábanas de la cama, el equipamiento hospitalario no esterilizado, etc.
 
 
 
 
 
 
 

lunes, 8 de diciembre de 2014

VIAS DE ADMINISTRACION DE MEDICAMENTOS Y GLUCOSA CAPILAR.


INYECCION I.M. I.D. I.V. S.C.

Concepto: I.M.: Son las maniobras que se realizan para introducir medicamentos en el tejido muscular mediante aguja y jeringa

I.D.: Son las maniobras que se realizan para introducir una pequeña cantidad de medicamento en la piel por medio de aguja y jeringa.

I.V.: Son las maniobras que se realizan para introducir medicamentos al torrente circulatorio a través de las venas  mediante aguja y jeringa.

S.C.: Son las maniobras que se realizan para introducir una pequeña cantidad de medicamento en el tejido celular subcutáneo mediante aguja y jeringa.

 Objetivos: I.M.: Administrar  medicamentos en el organismo que por otra vía resultaría irritante o se inactivarían.

   Producir efectos más rápidos que los obtenidos por la vía oral, intradérmica y subcutánea.

   Administrar medicamentos que por su composición química no pueden administrarse por la vía intravenosa.

   I.D: Determinar sensibilidad de substancias alergénicas.

  Administrar pequeñas cantidades de medicamentos.

  I.V.: Producir efectos más rápidos que por otras vías.

   Introducir dosis precisas de medicamento al torrente circulatorio para una acción  rápida.

   Administrar substancias no absorbibles en depósitos tisulares o en el aparato          
gastrointestinal, o que se pueden inactivar antes de la absorción.

   S.C.: Administrar insulina a pacientes diabéticos.

    Administrar pequeñas cantidades de medicamentos.
  Sitios de aplicación: I.M.: 1.Región glútea: Cuadrante superior externo, 5 a 7 centímetros abajo de la cresta iliaca.

2. Región deltoidea: Cara externa del brazo, 2 a 3 cm de dedo abajo de la apófisis del acromion.

3. Región del vasto externo: Cara lateral del tercio medio del muslo.
     I.D: 1.Parte media anterior del antebrazo.

2. Región subscapular de la espalda.

    I.V.: Venas.

   S.C.: 1. Cara externa del brazo.

2. Tejido abdominal laxo.

3. Cara anterior del muslo.

4. Área subscapular de la espalda.

  Equipo: I.M: - Carro  para medicamentos con charola con cubierta que contenga:

- Tarjeta cárdex.

- Medicamento indicado.

- Jeringa de 5 y 10 ml.

- Aguja No. 20 al 22.

-  Torundero con torundas alcoholadas.

- Bolsa para desechos.

    I.D.: - Carro  para medicamentos con charola con cubierta que contenga:

-  Tarjeta cárdex.

-   Medicamento indicado.

-  Jeringa de insulina o de tuberculina desechable.

-  Aguja No. 26 o 27.

- Torundero con torundas alcoholadas.

- Contenedor de punzocortantes.

   I.V.: - Carro  para medicamentos con charola con cubierta que contenga:

- Tarjeta cárdex.

- Medicamento indicado.

- Jeringa de  10 o 20 ml.

- Aguja No. 20 y 21.

  -Torundero con torundas alcoholadas.

- Ligadura.

-Guantes desechables.

   S.C.: - Carro  para medicamentos con charola con cubierta que contenga:

-Tarjeta cárdex.

- Medicamento indicado.

- Jeringa de insulina.

- Aguja No. 23 o 24 (de 1.5 cm. de largo).

- Torundero con torundas alcoholadas.

- Contenedor de punzocortantes.

  Procedimiento.

  I.M.: 1.Verificar orden médica.

2. Lavarse las manos.

3.   Preparar el equipo y medicamento:

ü  Leer tres veces la orden médica.

ü  Cargar la jeringa con el medicamento indicado.

üProteger la aguja y colocar la jeringa membretada en la charola junto con la tarjeta cárdex.

4.    Llevar el equipo a la unidad del paciente.

5.    Identificar al paciente.

6.    Dar preparación psicológica

7.    Dar preparación física:

ü  Aislar al paciente.

ü  Dar posición decúbito ventral o lateral.

ü  Elegir la zona por puncionar y descubrirla.

ü  Realizar asepsia de la región.

8. Tomar la jeringa y expulsar el aire, dejando una pequeña burbuja que sube a la superficie al ser inyectada.

9. Con el dedo pulgar, anular e índice hacer presión sobre los tejidos empujando hacia abajo en dirección del muslo.

10. Introducir rápidamente la aguja en un ángulo de 90 grados.

11. Aspirar un poco, si está en un vaso sanguíneo introducir un poco más la aguja o retirarla, cambiar de aguja e introducirla nuevamente en otro lugar.

12. Inyectar lenta y continuamente el líquido.

13. Extraer rápidamente la aguja colocando una torunda en el lugar de la aplicación haciendo un poco de presión en caso de sangrado..

14. Dar un poco de masaje.

15. Dejar cómodo al paciente.

16. Retirar el equipo y darle los cuidados posteriores al equipo. (agujas y jeringas en contenedor especial sin ponerle el protector).

17.    Hacer anotaciones en la hoja de registros correspondientes.

  I.D.: 1.    Verificar orden médica.

2.    Lavarse las manos.

3.    Preparar el equipo y medicamento:

ü  Leer tres veces la orden médica.

ü  Abrir la ampolleta protegiendo el cuello con una torunda o gasa para que al abrirla no sufra cortaduras.

ü  Si es frasco ámpula, hacer asepsia del tapón.

ü  Tomar la jeringa, descubrir la aguja e introducirla en el frasco o ampolleta del medicamento.

ü  Succionar con el émbolo la cantidad prescrita del medicamento.

ü  Purgar la jeringa.

ü  Cambiar de aguja manteniéndola protegida con su protector.

ü  Membretar la jeringa.

ü  Colocar la jeringa en la charola junto con la tarjeta cárdex.

4.    Llevar el equipo a la unidad del paciente.

5.    Identificar al paciente.

6.    Dar preparación psicológica

7.    Dar preparación física:

ü  Dar posición fowler o semifowler, colocando el brazo elegido sobre una superficie plana.

ü  Descubrir el área y realizar asepsia alrededor de 7 centímetros.

8.    Al secarse la piel, introducir la aguja con el bisel hacia arriba y casi paralela al brazo, inyectar el medicamento haciendo una pequeña pápula.

9.    Extraer rápidamente la aguja sin hacer presión con la torunda.

  Marcar el sitio periférico a la punción si se requiere.

11. Dejar cómodo al paciente.

12. Retirar el equipo y darle los cuidados posteriores al equipo. (Agujas y jeringas en contenedor especial sin ponerle el protector).

13. Hacer anotaciones en la hoja de registros correspondientes.

  I.V.: 1.    Verificar orden médica

2.    Lavarse las manos.

3.    Preparar el equipo y medicamento:

-       Leer tres veces la orden médica.

-       Cargar la jeringa con el medicamento indicado.

-       Proteger la aguja y colocar la jeringa membretada en la charola junto con la tarjeta cárdex.

4.    Llevar el equipo a la unidad del paciente.

5.    Identificar al paciente.

6.    Dar preparación psicológica

7.    Dar preparación física:

-       Aislar al paciente.

-       Dar posición decúbito dorsal.

8.    Elegir la zona por puncionar y descubrirla.

9.    Calzarse guantes.

10. Colocar la ligadura de 5 a 8 centímetros por arriba de la vena elegida para la punción.

11. Purgar el aire de la jeringa e introducir la aguja con el bicel hacia arriba formando un ángulo de 30 grados, después de atravesar la piel seguir el trayecto venoso hasta puncionar la vena, aspirar para cerciorarse de que la aguja esté dentro de ella.

12. Quitar la ligadura.

13. Introducir  el medicamento lentamente, observando las reacciones del paciente.

14. Al terminar de administrar el medicamento, retirar rápidamente la aguja.

15. Colocar una torunda alcoholada en el sitio de la punción.

16. Dejar cómodo al paciente.

17. Retirar el equipo y darle los cuidados posteriores al equipo.

18. Hacer anotaciones en la hoja de registros correspondientes.

  S.C.: 1.    Verificar orden médica.

2.    Lavarse las manos.

3.    Preparar el equipo y medicamento:

ü  Leer tres veces la orden médica.

ü  Cargar la jeringa con el medicamento indicado y membretarla.

ü  Colocar la jeringa en la charola junto con la tarjeta cárdex.

4.    Llevar el equipo a la unidad del paciente.

5.    Identificar al paciente.

6.    Dar preparación psicológica

7.    Dar preparación física:

ü  Descubrir la región.

ü  Realizar asepsia de la región.

8.    Hacer un pliegue cutáneo grueso con los dedos índice y pulgar y sostenerlo.

9.    Introducir rápidamente la aguja en un ángulo de 45 grados, una vez que la aguja está en su lugar soltar el pliegue de tejido.

10. Aspirar un poco y si no se extrae sangre inyectar el medicamento lentamente.

11. Extraer rápidamente la aguja.

12.   Si presenta sangrado en el sitio de inyección, ejerza presión con una torunda por unos minutos.

13. Dejar cómodo al paciente.

14. Retirar el equipo y darle los cuidados posteriores al equipo. (Agujas y jeringas en contenedor especial sin ponerle el protector).

15. Hacer anotaciones en la hoja de registros correspondientes.

 

VIAS ORAL, RECTAL, OTICO, OFTALMICO, TOPICO Y GLUCOSA CAPILAR.

Concepto: Oral: Son las maniobras que se realizan para administrar substancias medicamentosas al organismo por la boca.

Rectal: Los supositorios. Algunos medicamentos, como el diazepam pueden administrarse vía rectal en situaciones de emergencia, con buenos resultados.

Otico: Son las maniobras que se realizan para introducir gotas  en el conducto auditivo externo.

Oftálmico: Son las maniobras que se realizan para administrar gotas o aplicar ungüento en los ojos con técnica estéril.

Tópico: También llamada vía local, es la que se utiliza en los medicamentos para la piel, así como en las cremas vaginales o ungüentos para los ojos.

Glucosa capilar: Es un método enzimático específico para la determinación de niveles de glucosa en sangre.

OBJETIVOS: ORAL: Lograr un efecto en el organismo mediante el poder de absorción que tiene el tubo digestivo.

  ü Cuando se requiere un efecto más lento.

RECTAL: Administrar fármacos por vía rectal con fines terapéuticos y/o diagnósticos.

OTICO: Ablandar cerumen.

ü Aliviar dolor.

ü Tratar enfermedades.

OFTALMICO: Aliviar irritación ocular.

ü Dilatar o constreñir la pupila para examen de ojo.

ü Aplicar anestesia.

ü Tratar enfermedades de los ojos.

GLUCOSA CAPILAR: Detectar niveles de glucosa en sangre.

-          Como método consultivo para la detección de diabetes.

EQUIPO: ORAL: Carro para  medicamentos con charola.

RECTAL: Carro para  medicamentos con charola.

OTICO: Charola con:

· Medicamento indicado.

· Equipo para aseo del conducto auditivo externo.

 ·  Torundas.

· Gotero estéril.

OFTALMICO: Charola con:

· Medicamento indicado.

· Equipo para aseo del conducto auditivo externo.

 ·  Torundas.

· Gotero estéril.

 · Solución salina o agua estéril.

GLUCOSA CAPILAR: Charola  con cubierta que contenga:

-          Frasco con reactivos.

-          Torundera con torundas alcoholadas.

-          Lancetas o agujas No. 26 o 27.

-          Depósito de material punzo cortante.

PROCEDIMIENTO:

ORAL: 1.  Verificar orden médica.

2.  Lavarse las manos.

3.  Preparar el equipo y medicamento:

ü Leer tres veces la orden médica.

ü Dosificar el medicamento y colocarlo en el vaso graduado.

ü Membretar el vaso graduado.

4.  Llevar el equipo a la unidad del paciente.

5.  Identificar al paciente.

6.  Dar preparación psicológica

7.  Dar preparación física: Aislar al paciente y dar posición fowler.

8.  Administrar el medicamento, ofrecer líquido en caso necesario.

9.  Permanecer al lado del paciente hasta que haya deglutido el medicamento.

10. Limpiar la boca del paciente si quedan residuos de medicamento.

11. Colocar el vaso graduado en el recipiente con agua jabonosa.

12. Dejar cómodo al paciente.

13. Al terminar el procedimiento, lavar todos los vasos graduados y demás materiales utilizados.

14. Hacer anotaciones en la hoja de registros correspondientes.

RECTAL: Comprobar los datos del paciente, fármaco, dosis, vía de administración y pauta prescrita.

Revisar fechas de caducidad del fármaco.

Lavarse las manos.

Identificar al paciente.

Asegurarse de que el paciente no es alérgico al fármaco prescrito.

Informarle sobre el procedimiento a realizar.

Solicitar su colaboración siempre que sea posible.

Preservar la intimidad del paciente.

Ponerse los guantes.

Colocar al paciente en decúbito lateral (preferentemente izquierdo), con la pierna derecha flexionada y la izquierda extendida.

Supositorio

a)    Cubrir al paciente con una sábana de forma que sólo queden expuestas las nalgas.

b)    Extraer el supositorio del envase y depositarlo sobre una gasa.

c)    Con una mano separar la zona interglútea y decir al paciente que respire profundamente.

d)    Con la otra, introducir el supositorio por su parte roma, lo más profundo posible, ayudándose con la gasa.

e)    Quitarse los guantes y lavarse las manos.

 

OTICO: 1.    Verificar orden médica.

2.    Lavarse las manos.

3.    Preparar el equipo y llevarlo a la unidad del paciente.

4.    Identificar al paciente.

5.    Dar preparación psicológica

6.    Dar preparación física:

·         Dar posición de decúbito dorsal con la cabeza girada de lado.

7.    Limpiar secreciones, si es necesario.

8.    Tomar el gotero  y cargarlo con el medicamento.

9.    Traccionar el conducto auditivo de la siguiente forma:

·         En niños: Tomar la oreja del lóbulo y jalar ligeramente hacia arriba y atrás.

·         En adulto: Tomar la oreja del pabellón, jalando ligeramente hacia atrás y arriba para enderezar el conducto.

10. Aplicar el medicamento gota a gota en las paredes del oído.

11. Colocar el gotero en el riñón con agua jabonosa.

12. Indicar al paciente que mantenga la posición por espacio de cinco minutos y colocar una torunda seca si está indicado.

13. Repetir el procedimiento en el oído contrario, si está indicado.

14. Dejar cómodo al paciente.

15. Retirar el equipo y darle los cuidados posteriores a su uso.

16. Hacer anotaciones en la hoja de registros correspondientes: Además de la regla de los 5 correctos.

·         Oído correcto.

·         Reacciones del paciente.

OFTALMICO: 1.    Verificar orden médica.

2.    Lavarse las manos.

3.    Preparar el equipo y llevarlo a la unidad del paciente.

4.    Identificar al paciente.

5.    Dar preparación psicológica

6.    Dar preparación física:

·         Dar posición de decúbito dorsal con hiperextensión del cuello.

·         Indicar al paciente que durante el procedimiento mire hacia arriba.

7.    Limpiar secreciones del ojo con una torunda estéril del ángulo interno al externo de un solo movimiento, si es necesario.

8.    Tomar el gotero  y cargarlo con el medicamento.

9.    Bajar el párpado inferior y aplicar el medicamento en el ángulo interno.

10. Colocar una torunda estéril en el conducto lagrimal.

11. Colocar el gotero en el riñón con agua jabonosa.

12. Indicar al paciente que cierre el ojo para que el medicamento se distribuya.

13. Secar el exceso de medicamento

14. Repetir el procedimiento en el ojo contrario, si está indicado.

15. Dejar cómodo al paciente.

16. Retirar el equipo y darle los cuidados posteriores a su uso.

17. Hacer anotaciones en la hoja de registros correspondientes: Además de la regla de los 5 correctos.

·         Ojo correcto  y reacciones del paciente.

TOPICO: En primer lugar, lávese las manos cuidadosamente con agua y jabón.

·         Evitar que el aplicador, bien sea el tubo de crema o el frasco de colirio toque cualquier superficie incluida el lugar de aplicación.

·         Después de la aplicación cierre bien el tubo.

·         Una vez finalizada la aplicación lávese las manos.

GLUCOSA CAPILAR: 1.    Lavarse las manos.

2.    Preparar el equipo y llevarlo a la unidad del paciente.

3.    Identificar al paciente.

4.    Dar preparación psicológica.

5.    Dar preparación física: tomar el dedo pulgar del paciente (talón si es niño) y hacer asepsia de la región.

6.    Puncionar el área con la lanceta.

7.    Aplicar libremente una gota grande de sangre capilar o venosa, extendiéndola hasta cubrir completamente el área del reactivo en la cara impresa de la tira.

8.    Seguir indicaciones de uso según el fabricante. (Tiempo deseado para interpretación).

9.    Hágase la comparación inmediatamente sosteniéndola tira cerca de la tabla de colores.

10.  Dejar cómodo al paciente.

11. Retirar el equipo y dar cuidados posteriores a su uso.

12. Hacer anotaciones en la hoja de notas de enfermería:

a)     Hora y fecha de realización.

b)     Resultado obtenido (expresado en mg/100 ml.).